Ritual con sal gruesa para limpiar el alma

La sal gruesa es uno de los ingredientes más potentes para la limpieza espiritual. Utilizada desde tiempos antiguos en rituales de protección, tiene la capacidad de neutralizar energías negativas, cortar vibraciones densas y promover una verdadera purificación del cuerpo y del alma. Por lo tanto, si te sientes agotado, sin ánimo, con pensamientos pesados o incluso con un cansancio que no tiene explicación, este ritual con sal gruesa puede ser lo que tu alma está pidiendo.

¿Cómo hacer el ritual de limpieza del alma con sal gruesa?

Primero, toma tu baño higiénico como de costumbre, con agua tibia o fría. Luego, prepara una mezcla con 1 litro de agua tibia y 3 cucharadas de sal gruesa. Revuelve con calma y visualiza que esta agua será responsable de lavar no solo el cuerpo físico, sino también todos los dolores, angustias, resentimientos y energías que no te pertenecen.

Vierte el agua del ritual con sal gruesa sobre tu cuerpo, desde el cuello hacia abajo, con los ojos cerrados y en silencio, repitiendo mentalmente o en voz baja:

“Que esta agua se lleve todo aquello que pesa en mi alma. Que me sienta ligero, libre y en paz.”

Por último, intenta no usar toalla: si es posible, deja que tu cuerpo se seque de forma natural y permanece en un ambiente tranquilo. Además, encender una vela blanca o un incienso de lavanda puede potenciar aún más el efecto.

El mejor día para hacerlo

El ritual con sal gruesa es especialmente eficaz durante la Luna Menguante, cuando la energía está orientada hacia cierres y limpiezas. Sin embargo, también puede hacerse siempre que sientas la necesidad de reequilibrarte. Limpiar el alma es un gesto de amor propio: al eliminar lo que ya no sirve, haces espacio para que la luz, la claridad y la paz interior florezcan de nuevo.